Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
LA OFENSIVA TERRORISTA | Las manifestaciones ciudadanas

"Vivimos un ambiente de psicosis", relatan los vecinos del edificio

"Policía, policía, ¡me llama un vecino de ese bloque para decirme que unos marroquíes están celebrando la explosión del sábado con cánticos y festejos¡". El hombre, con el teléfono móvil en la mano, está muy alterado. Unas mujeres, reunidas en corrillo, apoyan su teoría: "¡Lo están celebrando¡ ¡Esto no puede ser¡". El policía que les escucha está al lado del edificio donde los terroristas islamistas se suicidaron. De fondo, se ve el edificio blanco que acoge la supuesta fiesta.

Dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía, vestidos de paisanos, se acercan al humilde bloque, construido hace cuatro años en Leganés por el Instituto de la Vivienda de Madrid (IVIMA). No se oye ningún cántico, ningún son de fiesta ni de jolgorio. "¡Pero qué fiesta ni qué...¡ ¡Lo único que hubo aquí el sábado fue una boda marroquí, ya me dirás qué culpa tendrían...¡", explica una mujer española, que ha salido a la calle a pasear al perro.

Los únicos que rompen el silencio son un grupo de niños marroquíes que están jugando en el patio interior. Ilias, de 10 años, se ríe, ajeno a la tensión que vive el barrio: "¡Pero si nosotros no tenemos la culpa¡", dice. Mariem, de 14, asegura que algunos vecinos les miran con mala cara por ser marroquíes: "Nos insultan, pero cuando está la policía. A solas no se atreven", relata.

Los marroquíes son el colectivo más numeroso en Leganés. En la ciudad viven 13.773 inmigrantes, de los que 2.704 son magrebíes, según datos municipales. Khadija Touita es una mujer marroquí de 43 años que vive en los bloques del IVIMA con su marido y sus hijos. Está muy asustada. A los niños no les deja salir a la calle "por si les insultan".

Los bloques aledaños a la zona afectada fueron desalojados tres veces al encontrar la policía restos de explosivos y detonadores. "Así no podemos vivir, el ambiente es de psicosis", concluyó una vecina.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 6 de abril de 2004