Izquierda Unida presentó ayer una denuncia ante la Fiscalía General del Estado contra el ministro de Fomento en funciones, Francisco Álvarez-Cascos, en la que pide que se investigue la supuesta destrucción de "importantes" documentos relacionados con el hundimiento del Prestige "que pueden ser decisivos para determinar responsabilidades administrativas o penales del caso". Gaspar Llamazares justifica esta acción tras "conocer por distintos cauces la posibilidad de que en dicho ministerio se haya iniciado una labor de destrucción de documentos de gran trascendencia pública obrantes en los expedientes administrativos", y que tendrían relación no sólo con la catástrofe en las costas gallegas, sino también con el rescate de una patera en la bahía de Algeciras, que concluyó con la muerte de 27 inmigrantes. En la denuncia, presentada en nombre de la coalición y de su grupo parlamentario, también se incluye a aquellas personas y organismos "de cuya intervención se pudiera deducir la comisión de un delito o falta por infidelidad de custodia y violación de secretos". El presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, salió el domingo al paso de estas acusaciones indicando que sobre el tema del petrolero siempre "habrá luz y taquígrafos" y que Cascos le había confirmado que se estaba eliminando "correspondencia privada", pero no documentos sobre el Prestige.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 6 de abril de 2004