El portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, Eduardo Zaplana, desvinculó ayer
los atentados del 11-M y los últimos intentos de atentados islamistas en España de la guerra de Irak: "Porque el terrorismo islámico lleva más de una década instalando sus bases en nuestro territorio". "Y de sobra saben que nada tiene que ver con lo ocurrido en los últimos meses", añadió Zaplana. "A lo mejor tiene más relación con políticas irresponsables aplicadas antes".
El portavoz del Grupo Popular hizo hincapié en que en la lucha contra el terrorismo "sólo cabe aceptar el desafío o someterse". "Dios quiera que no nos pase como con la OTAN, porque en este caso, cuando llegara la rectificación, podría ser tarde", concluyó.
Zaplana se refirió también a la organización de la manifestación del pasado lunes en Leganés, que consideró "injustificable", dado que hubo "politización" por parte de los socialistas y el resto de fuerzas políticas, por lo que el PP no participó en la misma.
A su juicio, el PSOE utilizó la protesta como "ensayo" de futuras cesiones o pactos con organizaciones que no han defendido ni defienden "una lucha a cara de perro" contra los terroristas. "Es muy probable que el PSOE quiera utilizar el terrorismo y estas situaciones que estamos viviendo como coartada a futuras decisiones políticas o cambios de estrategia. Vender la idea de un PP aislado, aunque sea artificialmente a base de excluirlo, es el preámbulo a posiciones futuras a las que el PSOE se va a ver abocado por sus acuerdos con otros grupos que nunca han defendido ni defienden una lucha a cara de perro y sin concesiones frente al terrorismo".
Estrategia oculta
Dicho esto, Zaplana reiteró que la estrategia que se "escondía" tras la convocatoria de manifestación en Leganés es "una vergüenza", y que sólo se intenta vender "un PP aislado". "El PSOE pensará que es más fácil luego vender otras decisiones o cambios de estrategia que dificultarán la lucha antiterrorista", agregó. "Es paradójico ver cómo el partido que más eficazmente ha luchado contra el terrorismo y que más éxitos ha cosechado es ahora intencionadamente apartado de algunas convocatorias con una intención clara: poder aceptar el modelo de otros", subrayó. En la misma línea, Zaplana destacó que la estrategia del aislamiento a los populares, "aunque haya que forzar mucho" para lograrlo, comienza a resultar "escandalosa" y busca "sentar las bases" de nuevas situaciones "que ojalá no se produzcan".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de abril de 2004