Un matrimonio de Fuenlabrada lleva seis días viviendo en el cuarto de contadores del número 4 de la calle de Dolores Ibárruri, en el barrio de Loranca, después de que el pasado miércoles fuera desalojado del piso que okupaba hace un año y medio en el mismo edificio, que pertenece al Ivima.
El habitáculo que Matilde, desempleada de 24 años, y su marido Javier, carpintero de 31, utilizan como casa no tiene agua ni ventilación. En realidad, es un cuarto de contadores que los vecinos del bloque usaban para guardar útiles de limpieza. Su hijo Kevin, de cuatro años, vive temporalmente con una tía en el mismo edificio. "Nos metimos ilegalmente en la casa hace un año y medio, pero pagábamos agua, luz, gas y la comunidad, por lo que solicité al Ivima hacerme cargo del alquiler, pero nunca nos contestaron", relató Matilde. Los vecinos acordaron que la familia se quedase en ese cuarto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de abril de 2004