Como bien se dice en su editorial del 5 de abril, una de las fuentes de alimentación del terrorismo radica en oscuras fuentes de financiación. Por eso, es ineludible ya controlar de forma efectiva y coordinada en la Unión Europea las operaciones de fraude tributario sofisticado, que además en muchas ocasiones se apoyan en la pervivencia, ¡incluso en Europa!, de paraísos fiscales. Controlar y cortar la financiación del terrorismo es necesario, pero es complicado entre otras cosas porque, además de ser menos visible para el ciudadano que sacar policías a la calle, en muchos casos supondrá el incremento de inspecciones tributarias, lo cual no es tampoco políticamente vendible. Sin embargo, es evidente que una lucha contra el terrorismo que no se ocupe de este flanco está abocada al fracaso.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de abril de 2004