El Tribunal de Defensa de la Competencia impuso ayer a Telefónica una multa de 57 millones, la mayor en la historia del organismo. El Tribunal castiga a la operadora por obstaculizar el proceso de preselección de llamadas de sus abonados (mecanismo por el que un cliente de Telefónica puede llamar a través de otra operadora sin marcar prefijo ni contratar otra línea).
La multa, que será recurrida, responde a una denuncia de 2001 de la Asociación de Empresas Operadoras y de Servicios de Telecomunicaciones (ASTEL). Competencia considera que la conducta de Telefónica fue "abusiva" y "no estuvo a la altura de la responsabilidad que incumbe a quien ostenta una posición dominante".
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de abril de 2004