Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
COLUMNA

Callar

"Tú, ya sabes, ver, oír y callar". Así nos decían a los niños de antes cuando estábamos a punto de recibir una visita. Probablemente esta actitud sea hoy un disparate, pero al cabo del tiempo se reconocen algunas ventajas en aquella máxima; la ventaja que supone, a los que somos de naturaleza vehemente, la disciplina de respirar hondo y contar hasta diez antes de soltar cualquier tontería. Parece que los españoles, eso dicen los extranjeros, si hay algo en lo que somos campeones es en colocar nuestra opinión encima de la mesa, como quien echa una carta de valor, antes incluso de tener los mínimos datos para emitir un juicio. Llevamos tantos años dándole vueltas al terrorismo etarra que podemos creer que estamos habilitados para hacer de analistas políticos sobre este nuevo terror, pero habrá que admitir que pocos son los que saben algo. Habrá que admitir que lo que iguala a los terrorismos son las muertes y la capacidad de sembrar la zozobra, pero que hay algo en este nuevo fantasma que nos acecha que no tiene nada que ver con lo vivido hasta ahora. Habrá que admitir que, si bien esa foto del trío de las Azores sumó más papeletas a las que ya existían para considerarnos objetivo criminal, no se puede ni se debe hacer esa ecuación tan simple de retiradadetropas=findelterrorismo, porque corremos el peligro de intentar interpretar cada acción terrorista y darle un sentido racional al crimen. De la misma manera que es injusto y mentiroso afirmar, como así lo han hecho algunos analistas reaccionarios extranjeros, que España ha votado lo que ha votado por miedo; también sería inquietante que la política exterior se viera marcada por lo que diga en sus siniestros comunicados Al Qaeda, que parece también dispuesta a castigarnos por la intervención en Afganistán, país al que pensaba mandar más tropas Zapatero. Expreso mis dudas, no mis certezas. Ayer, una de mis sobrinas adolescentes me decía con cierta angustia al hilo de lo ocurrido en Leganés: ¿pero por qué no le dan tiempo los terroristas a Zapatero ahora que va a retirar las tropas? En su pregunta iba implícito un análisis a mi juicio erróneo, pero no me sentí capaz de explicar nada. A los adultos también nos ha llegado el tiempo de ver, oír y callar, antes de entender algo de lo que está pasando.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de abril de 2004