Las previsiones del Instituto Nacional de Meteorología (INM) siguen siendo poco halagüeñas para aquellos que disfrutan de sus vacaciones de Semana Santa. La lluvia acompañó durante la jornada del jueves a muchos conductores -especialmente los que circulaban por Cataluña-, atrapados en los grandes atascos que se formaron, sobre todo en las vías de acceso a las grandes ciudades, por la mañana, y en las zonas de la costa a primeras horas de la tarde.
La entrada de una bolsa de aire frío en altura sobre el noreste junto con las bajas presiones del sureste peninsular y los vientos húmedos de componente este en la vertiente mediterránea darán lugar a precipitaciones moderadas a partir del viernes en la costa mediterránea, Baleares, Andalucía Oriental. Las lluvias serán débiles, localmente moderadas, en el resto del tercio oriental de la Península, en los Pirineos y en la franja del Cantábrico. El INM prevé que en estos puntos la situación no varíe considerablemente durante el fin de semana. Las temperaturas experimentarán un descenso de ligero a moderado en todas las regiones, y las precipitaciones serán en forma de nieve por encima de los 800 a 1.000 metros, en el norte peninsular y de 1.800 en el sureste.
Las cosas no mejorarán el sábado, cuando se espera que las bajas presiones seguirán profundizándose en el norte de África, afectando al sureste con precipitaciones moderadas y débiles localmente moderadas en los Pirineos y las comunidades del Cantábrico. Las previsiones indican que las tormentas pueden afectar a puntos del noreste y Baleares, e incluso, de forma débil, a Canarias.
La vuelta de muchos españoles a sus residencias habituales coincidirá con una mejora el domingo y el lunes. No obstante podrá haber algunas precipitaciones en el Cantábrico oriental y Pirineos, con probabilidad de que se produzcan lluvias en el norte de Cataluña, Baleares, el litoral mediterráneo y Canarias.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de abril de 2004