La secretaria de Seguridad de la Casa Blanca, Condoleezza Rice, reconoció ayer que EE UU no estaba preparado para el 11-S, pero negó bajo juramento las acusaciones de que el presidente George W. Bush subestimara el peligro de Al Qaeda. "El presidente entendió la amenaza terrorista y su importancia", afirmó. En sus tres horas de comparecencia ante la comisión del Senado que investiga el 11-S, Rice aseguró: "Nada pudo haber evitado los ataques". Sin embargo,
dejó dudas sobre la responsabilidad del Gobierno al valorar las informaciones sobre Al Qaeda.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de abril de 2004