El Tren de Cervantes, que circula entre Madrid y Alcalá de Henares con una función eminentemente cultural, comenzó ayer su edición de primavera. Estaba prevista para el sábado de la semana anterior, pero tuvo que aplazarse tras el hallazgo de una bomba en la línea del AVE a Sevilla.
Es la sexta edición de este tren cultural de cercanías, que ha sido utilizado por más de 27.000 viajeros desde que fue inaugurado, hace cuatro años. El tren, con locomotora y vagones antiguos y con personal vestido a la manera del Siglo de Oro, funciona en dos temporadas: una en la primavera, hasta el 20 de junio, y otra en otoño, entre el 25 de septiembre y el 12 de diciembre.
Parte de la estación de Atocha todos los sábados y domingos a las 11 de la mañana y regresa de Alcalá a las 19.00. Durante el viaje de ida, un equipo de actores representa entremeses cervantinos, y las azafatas, ataviadas a la usanza del siglo XVII, ofrecen productos alcalaínos a los viajeros. El programa incluye una visita guiada a los monumentos de la ciudad. El viaje dura unos 25 minutos y cuesta 15 euros para los adultos y 10 para los niños.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 11 de abril de 2004