El Tribunal de Cuentas ha denunciado la falta de "rigor" y de "precisión" en las actuaciones preparatorias de numerosos contratos de obra de la Administración central en los años 1999, 2000 y 2001, lo que ha provocado problemas en la posterior ejecución de las obras y ha ido en "detrimento de la eficacia y economía" que han de guiar la ejecución de los contratos públicos.
Ésta es una de las conclusiones que se recoge en el informe de fiscalización de la contratación suscrita por el sector público estatal durante los años 1999, 2000 y 2001, aprobado por el pleno del Tribunal de Cuentas el pasado 25 de marzo.
En concreto, el órgano fiscalizador señala que los problemas surgidos en la ejecución de las obras evidencian que algunas actuaciones preparatorias se habrían realizado "sin el rigor" y la "precisión exigibles", limitándose los correspondientes responsables a un cumplimiento meramente formal o documental.
El Tribunal de Cuentas recomienda que se aplique el "máximo rigor" en la selección de la forma de adjudicación, evitando su utilización arbitraria y sin la debida justificación. Asimismo, detecta en algunos expedientes de contratos de obras que "no se ha acreditado" la supervisión del proyecto por la oficina correspondiente, cuando "por su cuantía era necesario". En otros casos, agrega, no se ha procedido a la aprobación del proyecto por el órgano de contratación.
La entidad fiscalizadora ha detectado igualmente "retrasos" en el inicio y ejecución de obras en un "elevado número de expedientes de contratos" públicos, constatándose incluso el "incumplimiento de los plazos" de ejecución suscritos por la Administración en el trienio fiscalizado por dicho tribunal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 12 de abril de 2004