Es bastante decepcionante que cada vez que deseamos ver programas en familia tengamos que "tragarnos" aquellos programas de televisión que son definitivamente inadecuados para ver juntos y pasar un buen rato.
Cuando hablo de programas inadecuados, me refiero a aquellos, por ejemplo, en los que salen personas hablando sobre temas que no deberían salir de la intimidad familiar.
Habría que reclamar a la televisión que incluyera más programación familiar o cultural; ya está bien de programas que no hacen ningún bien a las familias ni a la persona.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 15 de abril de 2004