El arzobispo de Valencia, monseñor Agustín García-Gasco, afirma en su carta de esta semana que la enseñanza de la asignatura de religión es "un derecho constitucional de los padres" y no un privilegio de la Iglesia. "Resulta paradójico que algunos defensores de las libertades y de la tolerancia política pretendan eliminar el derecho de los padres a elegir si quieren que sus hijos estudien el hecho religioso cristiano", señala. García-Gasco recuerda en su carta que "en España, los padres vienen ejerciendo ese derecho con claridad: tres de cada cuatro eligen libremente la enseñanza de religión para sus hijos. Se trata de una realidad social, a pesar de las campañas ideológicas contrarias al sentir mayoritario de los padres de alumnos" y, por ello, "faltan al sentir de la mayoría de los padres quienes ven la asignatura de religión como si se tratara de un privilegio para la Iglesia Católica". En su carta, titulada Un derecho constitucional, García-Gasco enfatiza que eliminar la asignatura de religión "supone suprimir un derecho, una libertad", además de "atentar contra lo que la mayoría de padres españoles eligen para sus hijos".
Todo ello, asegura el prelado, "viene a confirmar lo que algunos analistas califican de cristofobia: el deseo de erradicar cualquier reflejo cristiano en la cultura, en la sociedad, en la política".
El arzobispo de Valencia garantiza también en su carta que "la Iglesia siempre ayudará a que los padres puedan ejercer sus derechos educativos con la máxima libertad y calidad". Sin embargo, "expulsando la religión de la escuela, perderían los padres y perdería la propia escuela".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de abril de 2004