Pedro Solbes, comisario de Asuntos Económicos y próximo vicepresidente del Gobierno español, declaró ayer en Bruselas, en su penúltimo día en la capital comunitaria, que el Pacto de Estabilidad y Crecimiento "es una norma que, como tal, hay que cumplirla", pero que no rechaza que puedan acordarse "correcciones y cambios" que él mismo estaba dispuesto a proponer en los próximos meses.
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Solbes apuntó que esas correcciones debieran hacer más hincapié en la contención de la deuda pública y los compromisos que tendrían que adquirir los Gobiernos en épocas de bonanza económica para no disparar el gasto. Por el contrario, se mostró partidario de mantener el límite del 3% del producto interior bruto (PIB) para el déficit público.
Solbes, que será sustituido como comisario por Joaquín Almunia, anunció que expondrá sus ideas sobre la reforma del Pacto en una conferencia que pronunciará el mes próximo en Alemania. Este país y Francia lograron en noviembre pasado dejar en suspenso la aplicación de sanciones a los incumplidores del Pacto de Estabilidad. Hoy, esos incumplidores, en uno u otro grado, son Alemania, Francia, Portugal, Holanda, Reino Unido e Italia.
El todavía comisario europeo comentó que deja Bruselas con un "sentimiento agridulce" con respecto al Pacto de Estabilidad, pero agregó enseguida que ha sido un instrumento "eficaz" porque, pese a las desviaciones que se han registrado, "no ha habido excesivos descuidos pese a tener un crecimiento económico bajo" gracias a que existía esa norma de referencia.
Para el comisario, las correcciones del Pacto deben incluir normas para no favorecer políticas procíclicas, de forma que la norma no sirva sólo para sancionar a los incumplidores en épocas de problemas económicos, sino también para que los Gobiernos sean más previsores en tiempos de bonanza económica y no disparen el gasto público. Igualmente argumentó que los niveles de deuda pública en determinados países (como Italia o Bélgica) suponen también unos desequilibrios difíciles de asumir en el futuro, máxime cuando los sistemas de pensiones pueden poner en riesgo la sostenibilidad de las finanzas públicas a causa del envejecimiento de la población europea.
Continuidad
Solbes prefirió no concretar cuáles van a ser sus prioridades como nuevo responsable de la política económica española, pero sí dijo que "hay una continuidad desde hace muchos años" y que no prevé variaciones muy sustanciales.
En unas declaraciones a la prensa, Solbes calificó de "momento ilusionante" su nombramiento como ministro y, aunque le asustan "pocas cosas", aseguró que siempre mira los retos "con respeto".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de abril de 2004