La última victoria de Yamaha en el MotoGP la consiguió Max Biaggi en Sepang en 2002. La marca japonesa no atravesaba ya entonces su momento más boyante, anulada de todos los pronósticos por el empuje de las intratables Honda. Sin embargo, la marca de los tres diapasones nunca quiso echar por la borda su brillante historial, adornado con 122 victorias y nueve títulos en la categoría reina -500cc y ahora MotoGP- y siguió trabajando para recuperar un lugar de predominio.
No lo consiguió desde entonces, entre otras muchas cosas porque Biaggi casi siempre salió perdedor del duelo que mantuvo con su compatriota Valentino Rossi, el líder incuestionable de Honda desde la marcha de Mick Doohan a finales de 1999. "Si Rossi gana", afirmó en muchas ocasiones Biaggi, "es porque tiene la mejor moto". Y el año pasado volvió a insistir en ello, a pesar de que competía ya con una Honda oficial en el equipo de Sito Pons.
MÁS INFORMACIÓN
A pesar de las trifulcas que se montaron en Italia entre los dos máximos exponentes del motociclismo transalpino, lo cierto es que Biaggi ni siquiera consiguió mantener el listón del debate. Su temporada 2003 concluyó con dos victorias y otros siete podios. Y fue superado en toda regla por el español Sete Gibernau (Honda) que, además de ganar cuatro carreras y hacer cinco segundos, concluyó como subcampeón mundial. Mientras tanto, Rossi seguía intocable (logró nueve triunfos) y acabó sumando su tercer título consecutivo en la categoría reina.
La crisis se agudizó en Yamaha, que decidió lanzar su gran ofensiva. No encontraron otra salida que plantearle a Valentino Rossi el reto de ganar con otra moto. Hubo muchas dudas. Pero al final cuadraron su objetivo. La aportación de Rossi, ahora con 25 años, supuso un revulsivo similar al que provocó Michael Schumacher cuando fichó por Ferrari. Y sus aportaciones técnicas en los entrenamientos que realizó antes del inicio de la temporada ayudaron de forma sustancial a la mejora del producto.
Las primeras consecuencias del trabajo realizado por el nuevo tándem en la Yamaha M1 resultaron ayer concluyentes en los primeros entrenamientos oficiales del Gran Premio de Suráfrica, que mañana abrirá la temporada. Rossi marcó el mejor tiempo en MotoGP y le sacó 25 milésimas al español Sete Gibernau, el hombre fuerte de Honda, y 3,7 décimas a Biaggi, que fue cuarto por detrás de Capirossi (Ducati). "Hay que ver el comportamiento de Yamaha en carrera", concluyó Rossi. Pero fue una buena manera de demostrar que lo importante no es la moto sino el piloto. Después felicitó a Pedrosa, que en su estreno en 250cc marcó el cuarto mejor tiempo, por delante de Fonsi Nieto y de Toni Elias. Las Aprilia, sin embargo, arrasaron.
Resultados. Primeros entrenamientos. MotoGP: 1. Rossi (Ita, Yamaha) 1m 33,353s. 2. Gibernau (Esp, Honda), a 0,025s. 3. Capirossi (Ita, Ducati), a 0,356s. 4. Biaggi (Ita, Honda), a 0,377.
250cc: 1. De Puniet (Fra, Aprilia), 1m 35,925s. 2. Porto (Arg, Aprilia), 0,544. 4. Pedrosa (Esp, Honda), a 1,367s. 5. Nieto (Esp, Aprilia), a 1,467s. 8. Elias (Esp, Honda), a 1,815s.
125cc: 1. Locatelli (Ita, Aprilia), 1m 41,522s. 5. P. Nieto (Esp. Aprilia), a 0, 879s.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 17 de abril de 2004