La noticia de que el actual consejero de Industria y Trabajo de Castilla-La Mancha, José Alberto Saiz Cortés, será el nuevo director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ha causado sorpresa en la mayoría de los grupos parlamentarios. El más crítico con el nombramiento fue el portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Eduardo Zaplana, quien dijo que esta decisión rompe con la tradición de poner a una persona "sin vinculación partidista" al frente del principal servicio secreto español.
"Lo que está predicando Zapatero es justo lo contrario de lo que hace", afirmó Zaplana, en alusión a las ofertas de consenso y diálogo realizadas por el nuevo presidente del Gobierno. El portavoz del Grupo Popular en el Congreso agregó que "el necesario carácter de imparcialidad de algunos cargos" queda "tremendamente en entredicho" con los anunciados nombramientos.
En concreto, se refirió a la designación del actual consejero castellano-manchego de Industria y Trabajo como responsable del servicio secreto. "El director del CNI siempre había sido una persona que había reunido unas condiciones de idoneidad desde el punto de vista de su no vinculación partidaria [...], siempre se ha buscado los mejores currículum, y ahora se vuelve a romper este principio con una persona de vinculación partidaria al frente del CNI", agregó, en declaraciones a Europa Press.
El diputado de Coalición Canaria Luis Mardones dijo que "debería haberse seguido la línea de consenso que se aplicó en la designación del primer civil", el diplomático Jorge Dezcallar, actual director del CNI. El hecho de que este cargo fuese ocupado por una persona de consenso entre al menos los dos grandes partidos, explicó, era "un compromiso implícito en el acuerdo que permitió aprobar la Ley del CNI".
El diputado canario dijo que la noticia le produjo "cierta estupefacción", ya que el relevo parece "muy precipitado", tratándose de un cargo "muy delicado", especialmente en momentos en que España se enfrenta a un gravísimo problema de terrorismo, agregó.
Josep Maldonado, de Convergència i Unió (CiU), calificó el nombramiento de "sorprendente", por tratarse de alguien "no ducho en la materia" y de una decisión tomada "sin consenso previo", lo que contradice el discurso mantenido por José Luis Rodríguez Zapatero en su investidura. Pese a ello, puntualizó que CiU no se pronunciará "hasta que la noticia esté confirmada" y haya "escuchado a la persona propuesta".
"Teniendo en cuenta la experiencia internacional, no es adecuado que el director del CNI sea sólo un hombre de confianza del ministro de Defensa", declaró de su lado el líder de IU, Gaspar Llamazares.
"El CNI no es un coto cerrado del ministro [de Defensa]. Cualquier error afecta al presidente del Gobierno, como se ha visto en el pasado. El responsable del CNI debería tener un perfil independiente y profesional para dar más credibilidad a la institución", agregó.
El futuro ministro José Bono llegó a un acuerdo con Zapatero para asumir personalmente el control del CNI, a través de una persona de su máxima confianza, según fuentes socialistas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 17 de abril de 2004