Vaya por delante que no tengo nada contra los puertos deportivos. He escrito varias veces advirtiendo que la Copa América podría servir de excusa para terminar de destruir las pocas maravillosas zonas costeras que sobreviven a la especulación. No se puede hablar de que el proyecto de puerto en Cala Baeza de El Campello cumpla a la perfección con las estrictas normativas medio ambientales y que no afecta en absoluto a la pradera de posidonia de la zona, sin un estudio de impacto medio ambiental. La Generalitat nos tiene acostumbrados a lanzar un proyecto y aprobar la masificación de su entorno. Los puertos deportivos suelen tener entre 600 y 1.000 amarres para barcos de entre 9 y 40 metros, que estos ultimos suelen tener una media de 5 personas de tripulación, que cada persona genera unos 30 litros de aguas negras... Con esto y las basuras de las construcciones es fácil darnos cuenta la cantidad de vertidos contaminantes que son arrojados a la dársena portuaria ¿Cómo se puede decir que toda esta infesta podredumbre no afectará a la pradera de posidonia? Tenemos aún los peces y langostas más sabrosas entre Valencianas, Baleares, Córcega y Cerdeña, gracias a esa pradera. Los puestos de trabajo en la construcción son efímeros. No existe una verdadera justificación para un segundo puerto en El Campello mas que la especulación. Ahora comprendo la expulsión de la alcaldesa de esta ciudad por el Partido Socialista, que no fue baladí, y su actitud calificada de prepotente en la forma de gobernar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 18 de abril de 2004