La previsión de una reducción de los beneficios del segundo trimestre del presente ejercicio ha castigado fuertemente al gigante mundial de microprocesadores. Intel cierra la semana con un retroceso del 3,84% y arrastra con él al resto de compañías tecnológicas, tanto de Estados Unidos (el índice Nasdaq cierra la semana con un retroceso del 2,5%) como de Japón (donde las principales compañías de semiconductores cierran en negativo). Las correcciones también encuentran explicación en la sobrerreacción del mercado de renta fija a los últimos datos macroeconómicos: el aumento de rentabilidad de la deuda estadounidense propicia las ventas de aquellos sectores con peores expectativas de crecimiento. Y es que cada vez parece más cercano un cambio de rumbo de la Reserva Federal que termine en un aumento de tipos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 18 de abril de 2004