Decenas de miles de personas -120.000 ciudadanos usan sus 93 vehículos cada día- se vieron afectadas ayer en el primer día de la huelga indefinida del transporte urbano de Pamplona y su comarca, marcado por los sabotajes a los autobuses y el incumplimiento de los servicios mínimos. A este paro se suma hoy el de los médicos del Servicio Navarro de Salud en los hospitales públicos, que afectará a más de 6.000 consultas programadas, según Salud.
Los trabajadores de La Montañesa, concesionaria del transporte urbano en Pamplona y su comarca, secundaron ayer masivamente la huelga, convocada para conseguir mejoras salariales y laborales. Sólo circularon en hora punta 40 vehículos, conducidos por los propios socios de la empresa, cuya plantilla asciende a 400 empleados.
Juantxo Montoya, presidente de La Montañesa, denunció a la policía la acción "coactiva" de piquetes. Grupos de desconocidos cruzaron autobuses en las cocheras para impedir su salida. Otros vehículos fueron saboteados. El comité calificó de "abusivos" los servicios mínimos.
Mientras, el Sindicato Médico demanda mejoras salariales y cambios organizativos. Los paros parciales se repetirán el 22, 27 y 29 de este mes. Está garantizada la atención en servicios esenciales. Las reivindicaciones salariales de los facultativos le costarían al Gobierno navarro 3,3 millones de euros anuales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de abril de 2004