Las tres torres de 11 plantas del municipio ejidense de Almerimar ya son historia. Apenas 15 segundos tardó en caer el complejo turístico Aguamarina-Turquesa, que deja 80.000 metros cuadrados para levantar 700 alojamientos en primera línea de playa y un hotel de cinco estrellas, además de espacios verdes. La inversión total ascenderá a unos 90 millones de euros y llevará unos cinco años de trabajo.
El fuerte viento de Poniente impidió el viernes pasado, tal y como estaba previsto, que la voladura de las torres se llevara a cabo. Ayer, sin viento, los 100 kilos de goma 2 y los 2.000 detonadores empleados hicieron su cometido sin contratiempos. Un minuto antes de las 11.00 se producían las detonaciones que dejaban una enorme y densa nube de polvo sobre Almerimar.
La de ayer fue la demolición más importante de un complejo turístico efectuada en Europa, ya que se trata de 75.000 metros cuadrados edificados cuya propiedad pertenece a la empresa hotelera Corporation Línea Garriga.
El trabajo de desescombro de las torres llevará, al menos, tres meses. A partir de entonces, comenzará a tomar forma una nueva y moderna zona residencial que incluirá establecimientos comerciales y de salud, además de lugares de ocio.
El nuevo complejo llevará el nombre de Spirit Almerimar y dispondrá de un hotel de cinco estrellas, 700 unidades de bungalow y aparthoteles en primera línea de playa. Se erigirá en tres fases diferentes y la primera de ellas podría iniciarse en el mes de septiembre.
Unas 5.000 personas se acercaron hasta El Alcor de Almerimar (una terraza natural con vistas a las urbanizaciones y al mar) para presenciar el histórico momento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de abril de 2004