La Audiencia de Alicante ha condenado a trece años y seis meses de cárcel a Adriano Jiménez Cantos, de 51 años, acusado de violar analmente a su padre, cuando contaba con 81 años. En la vista oral del caso, el procesado negó que violara a su progenitor, aunque sí confesó que le introdujo los dedos por el esfínter para que el anciano pudiera defecar. La víctima vivía con el agresor y se hallaba inmóvil
El fiscal reclamaba una pena inicial para el enjuiciado, Adriano Jiménez Cantos, de 23 años de prisión por los delitos de agresión sexual y agresión sexual continuada. Sin embargo, el tribunal sólo apreció el delito continuado de agresión sexual y le castiga, ahora, con 13 años y medio de cárcel.
En la vista oral del caso, celebrada en la sección primera de la Audiencia de Alicante, el procesado reconoció que, cumpliendo las recomendaciones de una enfermera, introdujo los dedos en el ano de su padre porque, apuntó, tenía problemas para defecar. El imputado negó, no obstante, que lo violara.
Los forenses que examinaron a la víctima manifestaron, por su parte, que el anciano sólo repetía nervioso que había sido violado por su hijo. No obstante, los médicos señalaron que no apreciaron heridas físicas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de abril de 2004