"Sabemos que tenemos que cambiar nuestras leyes para adaptarnos a la normativa europea, por ejemplo en materia de seguridad marítima. Pero Chipre sólo representa el 7% de la actividad naviera mundial y nuestra media de accidentes es muy baja", aseguraba a comienzos de mes en Nicosia Takis Hadjidemetriou, responsable del Gobierno grecochipriota para la armonización legislativa con la Unión. Hadjidemetriou reconoce que catástrofes como las del Prestige o el Mar Egeo acrecientan la leyenda negra de falta de control sobre los buques que navegan bajo bandera de conveniencia.
Con 18.500 dólares anuales de renta per cápita,
un 80% de la actual media de la Unión, Chipre es el candidato económicamente más aventajado entre los 10 que se incorporan el próximo 1 de mayo. El desempleo es casi inexistente (3,4% en 2002) y en las calles de Nicosia es patente la presencia de inmigrantes indios y filipinos y, sobre todo, de trabajadores turcochipriotas que cada día cruzan la línea verde, el muro que divide la capital chipriota y el resto de la isla desde hace 30 años. En el norte de Chipre, cuya economía declina conforme Ankara recorta su ayuda económica, la renta per cápita no alcanza los 5.000 dólares anuales.
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La UE reconoce en su informe sobre la ampliación en Chipre que "el sector servicios [que da empleo al 65% de la población activa] ha sido el principal motor de un impresionante desarrollo, con tres millones de turistas al año en el sur.
Pero la economía chipriota, como el resto de la vida de la isla, sigue condicionada por el decisivo referéndum del sábado, en el que está previsto que las comunidades grecochipriota y turcochipriota se pronuncien por separado sobre el plan de reunificación elaborado por el secretario general de la ONU, Kofi Annan.
El propio Hadjidemetriou dimitió el lunes de su cargo en el Gobierno en protesta por la posición de los líderes grecochipriotas que, como el presidente Tassos Papadopoulus, han hecho un llamamiento a la población para que voten no. El ministro de Comunicación, Kizis Kamazias, también dimitió la semana pasada por las mismas razones.
Mientras el norte turcochipriota se muestra partidario del sí, en el sur grecochipriota el no sigue ganando en todos los sondeos. Las presiones de la comunidad internacional se han incrementado en las últimas horas para intentar inclinar la balanza en favor del sí en el sur. El secretario de Estado de EE UU, Colin Powell, pidió ayer al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que apruebe una resolución en apoyo expreso del Plan Annan para Chipre antes del sábado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de abril de 2004