Al menos 15 personas murieron en varios incidentes en la primera fase de las elecciones generales indias, en las que un cuarto de los votantes estaba llamado a las urnas. En el Estado de Manipur, en el noroeste del país, cuatro militares encargados de vigilar el proceso electoral fueron asesinados y otros tres heridos por un ataque de militantes de la autodenominada Armada de Liberación del Pueblo, que también destrozó diverso material electoral.
Otras cuatro personas, entre ellas dos miembros de las fuerzas de seguridad, un periodista y un miembro de una ONG perdieron la vida cuando militantes separatistas musulmanes atacaron 14 colegios electorales en la disputada zona de Cachemira, próxima a la frontera con Pakistán. También en el norte, en el violento Estado de Bihar, diversos enfrentamientos con bombas se cobraron la vida de dos miembros del partido favorito en las encuestas, el nacionalista hindú Bharatiya Janata Party (BJP) y de otras dos personas más, y dejaron heridas a otras tantas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de abril de 2004