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Editorial:

Regate de Blair

La decisión de consultar a los británicos sobre la futura Constitución europea es un regate político de Blair para intentar dejar fuera de juego a la oposición conservadora en las próximas elecciones europeas en junio y en las legislativas de 2005, y amortiguar además los efectos de la cuestión de Irak. Formar un frente europeísta que cubra a liberales e incluso a una parte de los tories, aunque sea a costa de dividir también al partido laborista, favorecería en principio a Blair. Pero éste ni siquiera se atrevió ayer a utilizar la palabra "referéndum" ni dio una fecha, aunque parece que la consulta se celebraría en la primavera de 2005, justo después de unas elecciones generales en las que el primer ministro del Nuevo Laborismo tratará de ganar un tercer e histórico mandato.

Blair se había opuesto hasta ayer a la idea del referéndum, pues su prioridad era intentar convencer a los británicos del ingreso en el euro. No cabe descartar que ambas cuestiones acaben mezclándose. Aunque la apuesta es arriesgada, resta un arma a los conservadores, que pretenden hacer girar su campaña para las europeas en torno a su oposición a un tratado constitucional europeo que para entonces ni siquiera se habrá concluido. Un cambio significativo es que los tories -divididos sobre Europa- ya no plantean un rechazo frontal a esta Constitución, sino su eventual renegociación.

Resultará difícil evitar que ese referéndum se convierta en un plebiscito sobre Europa, en un país profundamente euroescéptico. No deja de ser una paradoja que el cambio de Blair haya venido también forzado por un extranjero, el australiano Rupert Murdoch, magnate mediático que sólo con la toma de postura del popular The Sun podría inclinar la balanza de forma decisiva. El triunfo del no en el Reino Unido o en cualesquiera de los países que someterán el texto a referéndum -y el paso de Blair puede obligar a Chirac y a otros a convocarlo- paralizaría la entrada en vigor en toda la UE de esta Constitución, que no prevé abandonar la regla de la unanimidad en un futuro que será mucho más complicado con la ampliación a 10 nuevos miembros.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de abril de 2004