El ex oficial nazi Karl Hass, condenado a cadena perpetua por la matanza de las Fosas Ardeatinas, ocurrida en las afueras de Roma en 1944, falleció el miércoles 21 de abril, a los 92 años de edad, en una clínica en las afueras de la capital italiana, donde se encontraba bajo arresto domiciliario.
Un tribunal militar italiano condenó a cadena perpetua a Hass en el año 1998 por haber participado en el fusilamiento de 335 civiles italianos el 24 de marzo de 1944 en las Fosas Ardeatinas, unas minas abandonadas en las afueras de Roma, en represalia por un ataque de los partisanos contra fuerzas alemanas.
El principal imputado por aquella masacre, el ex capitán de las SS Erich Priebke, fue condenado a cadena perpetua junto con Hass y actualmente cumple la pena bajo arresto domiciliario en Roma.
Según los responsables de la residencia en la que Hass permanecía ingresado, el antiguo dirigente nazi había sufrido en los últimos meses un gran deterioro físico.
El ex militar "se ha llevado consigo muchas cosas de las que nunca hemos sabido, era una persona muy reservada y nunca habló del pasado", indicó el director de la clínica, Riccardo Larosa. "Mientras tuvo fuerzas pasó los días leyendo, viendo la televisión y dando algunos paseos cuando se le autorizaba", agregó.
El proceso contra Hass, que en un principio actuó como testigo principal en el juicio contra Priebke, se abrió en 1997, después de que desvelara ante el tribunal que él también había participado en la matanza.
Antes de declarar y por causas nunca aclaradas, el ex oficial protagonizó un singular intento de fuga del hotel donde se alojaba en Roma y cayó al suelo desde el balcón de su habitación, fracturándose la pelvis.
Karl Hass fue un agente muy conocido por los agentes secretos alemanes e italianos. Con estos últimos y con los norteamericanos colaboró en diversas ocasiones y nunca se escondió especialmente. Muchos fingieron creerlo muerto y sólo tras el juicio parecieron darse cuenta de que era un criminal.
La polémica sobre las condenas de las Fosas Ardeatinas se ha reavivado en Italia en los últimos meses, después de que el grupo de extrema derecha Uomo e Libertá solicitara el indulto de Erich Priebke, lo que suscitó la inmediata protesta de varias asociaciones y partidos de centro-izquierda.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de abril de 2004