Las tres chimeneas que se yerguen en el Paralelo son el símbolo de una convulsa época y de una ciudad, la Barcelona de principios del siglo pasado, que se abría lentamente a la modernidad y a las novedosas y sorprendentes posibilidades que ofrecía la electricidad. Las tres chimeneas, que, como ilustra la fotografía, están siendo sometidas estos días a un proceso de mantenimiento, fueron en su día un potente centro de producción de electricidad a partir de la hulla. Pimero pertenecieron a Barcelona Traction, conocida popularmente como la Canadenca, filial de una empresa de Canadá que introdujo la electricidad en Cataluña. Después, a mediados de los cincuenta, pasaron a Fecsa, Hoy, cuando su función hace años que se vio arrumbada por otra modernidad técnica que las condenó al ostracismo, siguen en pie y plenamente integradas en un perfecto ejemplo de maridaje entre patrimonio industrial y parque urbano.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de abril de 2004