La situación ha llegado a ser incluso desesperada para algunos empresarios y productores de teatro y para la totalidad de ellos altamente preocupante. Los teatros de Madrid han perdido un 60% de espectadores y casi cuatro millones de euros tras los atentados del 11-M.
Algo similar, aunque a escala neoyorquina, pasó tras el 11-S y las gentes del teatro de la ciudad estadounidense se unieron como una piña para reactivar el sector escénico seriamente dañado.
Ahora los que dan la alarma de manera unánime y conjuntamente, lo cual es algo insólito, y bajo el lema "Llenemos de vida los teatros" son la asociación de productores de teatro, música, danza y empresarios de espacios escénicos de la Comunidad de Madrid, la asociación de empresarios de locales de teatro de Madrid, la asociación de empresas productoras de artes escénicas de la Comunidad de Madrid, la coordinadora madrileña de salas alternativas y la federación estatal de asociaciones de empresas de teatro y danza de España.
Al contrario que hizo el alcalde neoyorquino Rudolf Giuliani que compró entradas para repartir entre la población estos profesionales no han pedido a Alberto Ruiz-Gallardón y Esperanza Aguirre algo tan obvio. Lo que solicitan es que hagan campañas, incluidas algunas en los medios de comunicación públicos, para reactivar el sector.
Los empresarios y productores, por su parte, serán los que regalen entradas para acudir a sus teatros a todos los familiares de las víctimas, a supervivientes de los atentados y a aquellas personas que colaboraron con los afectados esos días fatídicos: "Lógicamente esto deberán coordinarlo las administraciones que son las que controlan quiénes son esas personas", comentaron ayer portavoces de estas asociaciones.
Son varios los espectáculos que han tenido que adelantar su marcha de la cartelera madrileña, aunque en todo momento evitaron dar nombres. Incluso los musicales, estrellas de la recaudación semanal, se han visto afectados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de abril de 2004