Josep Bargalló, conseller en cap de la Generalitat, descalifica al jefe de la oposición, Artur Mas, por "españolista". Una estrategia conocida, aplicada en su día por CiU con el PP: excluir de la comunidad política a quienes tienen ideas distintas acerca de cómo organizar la vida compartida.
El mismo afan purificador de la genuina catalanidad se percibe en los ataques de ERC a la fiesta más popular de Cataluña, la feria de abril de Barcelona visitada cada año por cientos de miles de personas. A lo que parece, a ERC le molesta la coincidencia en fechas con el Fórum de las Culturas, que, por lo que cuentan, pretende defender la tolerancia y la convivencia.
El último que apague la luz.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de abril de 2004