Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
OPINIÓN DEL LECTOR

Pompa y boato

Nunca me han gustado Bono y Rodríguez Ibarra como dirigentes políticos. Siempre les he visto demasiado locuaces, buscando un protagonismo que con frecuencia no les correspondía, y más pendientes de sí mismos que del interés de su partido. Han sido los compañeros que más quebraderos de cabeza han dado a Zapatero y seguirán siéndolo.

Ibarra volverá a salirse del tiesto haciendo tronar su voz allí donde no le llaman, con un discurso más coincidente con el del PP que con el de su partido. En Bono, más inteligente, sólo alienta el cultivo de su ego y el buscar reconocimiento y poder, lo cual le hace decirse socialista cuando política e ideológicamente podía estar en una de esas corrientes centristas que hay en el PP. Siempre he visto en él un político populista y demagogo.Ahora, la desmesura de su toma de posesión como ministro nos da otro ejemplo de su carácter. Mientras sus compañeros tomaban posesión de sus cargos con sencillez y humildad y con verdadero sentimiento recordaban a las víctimas del terrorismo, él buscó protagonismo, pompa y boato, en evidente salida de tono que contrasta con el espíritu que Zapatero quiere imponer al Gobierno. A ese personaje, tan pagado de sí mismo y con tanto afán de protagonismo, ha hecho bien Zapatero en nombrarle ministro de Defensa. Así lo tendrá controlado en un ministerio de escaso protagonismo una vez retornadas las tropas de Irak.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de abril de 2004