Profesores, estudiantes, cantantes, escritores, actores, futbolistas y políticos pusieron voz a distintos fragmentos del Quijote en la Universidad de Valladolid, en una lectura pública que recuperó la "dimensión oral" de la literatura para celebrar el Día del Libro.
Así interpretó el escritor vallisoletano Gustavo Martín Garzo la convocatoria hecha por la Universidad de Valladolid a ochenta lectores, representantes de diferentes ámbitos sociales, para leer en voz alta la obra más universal de Miguel de Cervantes.
Una lectura que inició, en el atril del Aula Triste del Palacio de Santa Cruz, sede histórica de la Universidad vallisoletana, la vicerrectora de Extensión Universitaria, María Teresa Alario, y que se produjo en distintos idiomas por la participación de estudiantes extranjeros.
Asimismo, representantes de la Federación de Sordos, del Colectivo Gitano, de la ONCE, o del Colectivo de Inmigrantes también se sumaron al acto, estuvo abierto a todos aquellos que quisieran participar.
El hecho de que cada año se congregue a leer en voz alta El
Quijote, señaló a Efe el autor de "El lenguaje de las fuentes", es una ocasión de devolver a la literatura su "dimensión oral y pública", y de crear un espacio para que se produzca el "diálogo al abrigo de las palabras maravillosas de Cervantes".
Como un libro "absolutamente inagotable" consideró Martín Garzó al Quijote, aunque reconoció que en su lectura de la obra sigue como favorito el pasaje en el que Don Quijote decide hacer penitencia al modo de los grandes caballeros, por su reivindicación de la "fantasía, del mundo del ideal, y de la locura como fuente de conocimiento".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de abril de 2004