Pat Tillman, de 27 años, murió en combate el jueves en el sureste de Afganistán, en el curso de una de las operaciones que se libran contra los grupos talibanes y miembros de Al Qaeda en la zona fronteriza con Pakistán. La noticia causó una honda impresión ayer en EE UU. Tillman decidió abandonar la práctica del deporte profundamente impresionado por los atentados terroristas del 11-S y entrar en el Ejército en mayo de 2002. Hasta ese momento había jugado cinco temporadas en la liga profesional de fútbol americano con los Cardinals de Arizona.
Tillman, nacido en San José (California), no siguió el comportamiento habitual de las estrellas del deporte. En 2001 no quiso abandonar su equipo y rechazó una oferta para jugar con los Rams de San Luis que triplicaba su ficha. Y cuando tomó la decisión de cambiar el uniforme de jugador por el de soldado, renunció a un contrato de tres años y 3,6 millones de dólares. Su paga de soldado era de 18.000 dólares al año. Nunca concedió entrevistas. El pasado mes de diciembre, en un permiso, visitó por sorpresa a sus antiguos compañeros, que, igual que sus entrenadores, no tienen más que elogios hacia Tillman, tanto personales como deportivos. Su hermano Kevin, jugador de béisbol en las ligas menores, también interrumpió su carrera deportiva para alistarse en las Fuerzas Armadas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de abril de 2004