Mientras la Comisión de Derechos Humanos de la ONU adoptaba ayer en Ginebra un texto sobre la crisis en la región sudanesa de Darfur que evitaba condenar al Gobierno de Jartum, una ONG estadounidense denunciaba la complicidad del Ejército regular en una matanza de civiles en la zona el mes pasado.
"En una operación conjunta, fuerzas del Gobierno y milicias árabes detuvieron a 136 varones, a los que las segundas masacraron horas más tarde", relata en un comunicado la organización Human Rights Watch (HRW). Los hombres, todos ellos de la etnia Fur, fueron transportados en camiones del Ejército a un valle donde los mandaron arrodillarse antes de matarlos de un tiro en la nuca, afirma la ONG. Los guerrilleros Djandjawid "gozan de total impunidad por sus crímenes", añade. HRW señala que un elevado número de milicianos visten el mismo uniforme que los soldados regulares.
En Ginebra, en lugar de una resolución condenatoria que debía ser sometida a voto el jueves, los 53 países miembros de la Comisión de Derechos Humanos aprobaron una simple "declaración del presidente" que se contenta con llamar al Gobierno sudanés a neutralizar a las milicias. Estados Unidos había manifestado su abierta oposición por considerarla demasiado blanda. "En 10 años nos preguntarán dónde estábamos en el momento de esa depuración étnica", dijo el representante norteamericano. Los combates en la región entre milicias progubernamentales y los grupos rebeldes han causado al menos 10.000 muertos y cientos de miles de desplazados desde el año pasado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de abril de 2004