Queremos transmitir nuestras condolencias a todos los que han perdido algún ser querido y nuestro dolor y enfado por este crimen. No sois los únicos que habéis sufrido los atentados. También nosotros vivimos este dolor en nuestro país, Argelia, donde los ciudadanos pequeños y mayores han sido víctimas de atentados cometidos por gente desconocida durante 12 años.
Hemos venido a este país, y lo consideramos ya nuestra segunda patria, buscando seguridad y, de repente, unos criminales intentan meter en un ambiente de miedo e inseguridad a toda la sociedad española.
La colonia musulmana forma parte de esta sociedad e intenta colaborar en sus actividades económicas y sociales. Nuestros hombres y mujeres desempeñan sus trabajos aquí para el progreso económico de este país. Muchos de nuestros hijos han nacido aquí, estudian y forman parte de esta sociedad. Por eso, el colectivo musulmán sufre cuando esta sociedad sufre, y se alegra cuando siente alegría.
España ha sido en la historia y sigue siendo un ejemplo de convivencia entre españoles y musulmanes. Los ocho siglos de permanencia musulmana en España dieron a la Humanidad una de las mejores civilizaciones, una civilización donde se fundieron las costumbres originales con las musulmanas.
Aunque los criminales lo intenten, no llegarán a cambiar la visión pacifista de los españoles, que saben muy bien que no todos los musulmanes son terroristas o criminales.
El Islam, por supuesto, es inocente de este pensamiento radical. El Islam considera el asesinato un crimen contra la humanidad. Dice el texto sagrado: "Quien matare a una persona sin motivo o por extender el escándalo por la Tierra, será juzgado como si hubiese matado a todo el género humano y quien lo resucitare, fuese recompensado como si hubiese resucitado a todo el género humano".
Todo crimen es castigado en la Tierra y en el Paraíso. Decía el profeta: "Quien mate a una persona de los protegidos no tiene cabida en el Paraíso". Decía también: "Dios castiga a los que castigan la gente en la Tierra".
El Islam quiere transmitir paz y tranquilidad en la sociedad. "El verdadero musulmán es el que no hace daño a los demás ni con la lengua, ni con la mano", dicen los textos sagrados.
Finalmente, nos dirigimos a los asesinos que han utilizado el Corán para que respondan a este texto sagrado: "Iza el mauodatu suilet bi ayi zambin kotilet: Cuando se interrogue a la víctima acerca del pecado que motivó que se la matara..."
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de abril de 2004