Unas 40.000 personas asistieron ayer a la décima edición de la fiesta Un día para la esperanza, que la ONG Intermón-Oxfam organizó en el Moll de la Fusta de Barcelona. Esta fiesta se celebró simultáneamente en otras 46 ciudades españolas.
El objetivo de esta iniciativa es el de movilizar y sensibilizar a miles de ciudadanos sobre la necesidad de construir un mundo más justo y solidario, y la edición de este año se dedicó, especialmente, al papel de la mujer en el desarrollo de las comunidades más pobres.
Durante todo el día los asistentes pudieron participar en un gran número de actividades, cuyo objetivo era acercar a la ciudadanía a la realidad de los países del Sur a través de juegos, conciertos, talleres, charlas y degustación de platos y productos de comercio justo. Los asistentes tuvieron también la oportunidad de conocer proyectos de desarrollo, de comercio justo, de actuación en casos de emergencia y, en general, de movilización social.
El acto central consistió en la lectura de un manifiesto en el que se denunció la precariedad que padece la mujer en el ámbito laboral y en el que se animaba a los ciudadanos a luchar contra las desigualdades.
La jornada reivindicativa y lúdica se celebró en varias ciudades catalanas: Barcelona, Badalona, Girona, Lleida, Sabadell, Sant Cugat del Vallès, además de en Andorra; y anteayer se llevó a cabo en Mataró, Reus y Vilanova i la Geltrú.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de abril de 2004