Las calles de Picanya (L'Horta Sud) estaban ayer literalmente inundadas de gente. La localidad acogió una de las cuatro trobades que la Federació Escola Valenciana celebra a lo largo de estos meses de primavera para reivindicar el compromiso con la enseñanza y el uso del valenciano. Hubo concentraciones similares en Alcàntera de Xúqer (La Ribera), Onda (La Plana Baixa) y El Pinós (Valls del Vianlopó). Reunieron a cerca de 60.000 asistentes.
El programa de la trobada celebrada ayer en Picanya incluía un recorrido de los participantes por la localidad, con banda música y grupos de danzas, hasta la plaza del Ayuntamiento, donde se dio la bienvenida a los asistentes y se celebraron diversas actividades y talleres. De hecho, las calles estuvieron colapsadas por miles de personas a lo largo de toda la mañana. Los organizadores de estas concentraciones, lúdicas y reivindicativas a un tiempo, esperaban superar en la jornada de ayer las cifras del año pasado y calcularon que, en las cuatro trobades celebradas en Picanya, Alcàntera del Xúquer, Onda y El Pinós, la participación rondó las 60.000 personas.
El ciclo de 17 trobades de este año, que se inició el pasado día 3 de abril en L'Olleria y concluirá el 22 de mayo en Almoines, coincide con el 25 aniversario de la incoporación del valenciano por parte de las primeras escuelas públicas, en la incipiente transición a la democracia. Ese recuerdo simbólico da un mayor realce este año al objetivo central de estas iniciativas, que no es otro que animar a los profesores, a los padres y madres y a los estudiantes de todos los niveles educativos a desarrollar e impulsar la docencia en la lengua autóctona.
La Federació Escola Valenciana, movimiento que agrupa a un total de 19 coordinadoras y organizaciones de carácter comarcal, amplía desde hace años más allá de la enseñanza sus reivindicaciones con el denominado Compromís pel valencià, un manifiesto que plantea medidas para garantizar y extender el uso social de la lengua, ya que, tal como ha destacado su presidente, Diego Gómez, 20 años después de la aprobación de la Llei d'Ús i Ensenyament del Valencià, aunque la presencia del valenciano en la enseñanza avanza bastante bien, se puede detectar un cierto retroceso en el uso social.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de abril de 2004