Carlos Puente Castillo da clases de Ingeniería Eléctrica en la Universidad Don Bosco de San Salvador y quiere hacer el doctorado en España. Este joven de 24 años ha recibido una beca intercampus y una segunda ayuda concedida por la Fundación Carolina españolapara la formación de líderes. El nacimiento de la Fundación Carolina supuso en 2001 el reajuste de la política de becas de la Agencia Española de Cooperación (AECI) que originó el recorte de cuatro a dos años en las antiguas becas de doctorado.
Puente se ajusta a un nuevo y todavía minoritario perfil de estudiante centroamericano, el de jóvenes que pueden dedicarse por completo a la carrera. Sin embargo, la mayor parte de los universitarios de estos países suele trabajar, estudia en los turnos de noche o fin de semana, tiene cargas familiares, y no puede optar a salir al extranjero.
Una situación que, como afirma la decana de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Rafael Landívar (Guatemala), Carla Villagran, "supone uno de nuestros grandes problemas, que es conseguir recursos humanos cualificados que hagan de la universidad su vida".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de abril de 2004