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Reportaje:

Colas para ver los guerreros de Xian

5.000 personas participan en la primera prueba de carga del recinto que acogerá el acontecimiento durante cinco meses

Todo estaba dispuesto como si fuera un día de funcionamiento del Fòrum. Casi todo. Las cintas organizaban el acceso del público al recinto. No hubo colas para entrar, pero sí en algunos puntos, como el muelle donde se exhiben los guerreros de Xian, una de las exposiciones estrella del Fòrum. Ayer fueron 5.000 personas las que asistieron a la primera prueba de carga que se ha organizado. No es estrictamente cuestión de carga, sino de respuesta y de preparación de la organización para atender a las preguntas de los visitantes. En la jornada de ayer, muchos funcionarios municipales y familiares tuvieron el privilegio de ver por primera vez la exposición de los guerreros y otros espacios, como la zona de juegos. Miembros de entidades que participan y colaboran con el Fòrum, ONG, trabajadores del propio Fòrum y agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, entre otros, participarán en las tres pruebas de carga previstas por el Fòrum. A la de ayer -con público de todas las edades, niños, jóvenes y adultos- le seguirán otra mañana y la general -con 25.000 personas- el próximo domingo.

Entre los comentarios que se hacían ayer a la salida del recinto destacaba la impresión de la exposición de los guerreros de terracota, que por primera vez han salido de China. Fue en esa exposición donde pasadas las siete de la tarde se produjeron colas de unos tres cuartos de hora. Sin embargo, la espera valió la pena. Bassi Moreno, una profesora de 47 años, afirmaba que estaba muy bien explicado. "Es muy didáctico. Primero con un vídeo y después pasando a la sala para contemplarlos en directo". A esta visitante, como a otros, les dio la sensación de que al recinto le faltaba animación, música.

Otros se quejaban de que los quioscos bares estaban cerrados, Y muchos salían del recinto para tomar algo en los bares cercanos y luego volver.

Algunos se mostraban directamente entusiasmados. Es el caso de Manel Madurga, un jubilado de Parques y Jardines que al salir decía que, en su opinión, desde los Juegos Olímpicos de Barcelona era la mayor intervención urbanística con que podía soñar la capital catalana. "Estoy impresionado, sobre todo por el panorama del mar". Otros aseguraban que en la zona de juegos "habrá problemas de overbooking".

Jordi Ramon, de 35 años, se quejaba del calor que reinaba en la sala de los guerreros. También había quejas porque las escaleras mecánicas del Puerto de Sant Adrià no funcionaban. Y la salida del recinto supuso alguna caída para varios visitantes que no apreciaban un desnivel final. Algunos no dudaban en salir del recinto para fumar: "És que fumar no fa Fòrum", decía una joven.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 27 de abril de 2004