Emilio Fernández, presidente del consejo de administración de Ràdio Televivió Valenciana (RTVV), trasladó ayer la convocatoria de reunión a los consejeros para mañana miércoles. En el orden del día, el escándalo desatado tras la última edición del programa de cotilleo Tómbola, sobre el que se han pronunciado el portavoz del Consell, Alejandro Font de Mora, y los líderes de la oposición, no aparece en la la relación de temas a discutir.
Tómbola, máximo exponente de la tele-basura, acumula varios episodios escandalosos. El último la pasada semana cuando dos de los comentaristas habituales, Jesús Maríñas y Aurelio Manzano, con una cinta métrica midieron el pene de un invitado, un concursante de la última edición del programa Gran Hermano, en directo. Alejandro Font de Mora calificó de "lamentable" el hecho, aunque dejó en manos de la propia RTVV la corrección de circunstancias como ésa, esquivando así pronunciarse sobre las responsabilidades que deberían asumirse. José Ignacio Pastor (PSPV) y Glòria Marcos (EU) pidieron inmediatamente el cese del director general del ente, José Vicente Villaescusa.
Sin embargo, nada ha pasado de momento con el programa en cuestión, que pervive en medio de un escenario de rescisiones de contratos con productoras de espacios de cotilleo -como El café de Ximo- o de entretenimiento -como El programa de Salomé.
Silencio ante 'Tómbola'
El orden del día para la reunión del consejo de administración de mañana tiene seis puntos: Lectura y aprobación del acta correspondiente al pleno anterior; sentencia en contra del plan de privatización por un juzgado de Valencia y la posibilidad de recurso; propuesta de aprobación del documento Guía de estilo sobre salud mental y medios de comunicación; informe del presidente; informe del director general, y ruegos y preguntas.
Será en este último punto dedicado a ruegos y preguntas donde Miguel Mazón, consejero a propuesta del PSPV, solicitará la destitución inmediata de Villaescusa. "El portavoz del Consell ha hablado claro. Cinco minutos después José Vicente Villaescusa debería haber dimitido, al tiempo que debería haberse rescindido el contrato con la productora de Tómbola".
Según Mazón, "es una burla que ni siquiera en el seno del consejo de administración se haya incluido un debate serio sobre lo que ocurrió en ese último programa, que es más de lo mismo que viene ocurriendo desde hace años con la extensión de programas basura en los que la mínima dignidad hacia el espectador no se respeta de forma más habitual de lo que parece". Para el socialista Miguel Mazón, "Camps debería claramente decir si es ése su modelo de televisión y tomar cartas en un asunto que es de todos".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 27 de abril de 2004