Entre las decenas de invitados, mucho más de lo normal, que siguieron ayer el debate sobre la retirada de las tropas de Irak, en la tribuna situada en el extremo derecho del hemiciclo destacaban varias personas con camisetas negras con mensajes en letras rojas. Era el conocido No a la Guerra ensangrentado. Y quienes las portaban, sin esconderlas en ningún momento con camisas o algo similar, eran los artistas de la Plataforma Cultura contra la Guerra. El cantante Miguel Ríos, el cantautor Luis Pastor, el actor Pedro Simón y otros personajes de este colectivo seguían pacientemente la sesión, sin aplaudir -está prohibido- pero con una visible satisfacción cuando Zapatero desgranaba sus argumentos para defender la retirada.
Hace menos de un año, los actores acudieron a la misma tribuna con las mismas camisetas, pero escondidas. En medio del discurso de Aznar, las mostraron y gritaron "No a la Guerra", interrumpiendo la sesión. La presidenta de entonces, Luisa Fernanda Rudi, los expulsó. No sufrieron represalias legales, aunque manifestarse en el Congreso es delito. Ayer estuvieron callados, pero con sus camisetas, que son en sí una manifestación, bien visibles para quien quisiera mirar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 28 de abril de 2004