La sección octava de la Audiencia de Cádiz, ubicada en Jerez, acoge desde ayer el juicio a un presunto pederasta acusado de agresión, exhibicionismo y abusos sexuales a varios de los menores a los que entrenaba en un equipo de fútbol de la jerezana barriada de La Milagrosa. El caso salió a relucir en octubre de 2002 tras las denuncias presentadas por algunos de los padres afectados, que acusaban al joven de aprovecharse de su condición de preparador de los niños para abusar de ellos en los vestuarios.
La vista se celebra a puerta cerrada por decisión de la magistrada que preside la sala, Lourdes Marín, y se prolongará, al menos, hasta la jornada de mañana. Un total de 13 menores, todos con menos de 14 años, comparecieron ayer como testigos. A la lista se sumarán los responsables de la investigación y los forenses que examinaron a los niños cuando se presentaron las primeras denuncias hasta completar las 40 personas citadas en el proceso.
El Ministerio Fiscal solicita una pena de 65 años de prisión para el presunto pedófilo, mientras que la acusación particular eleva su petición hasta los 109 años al considerar que los abusos fueron continuados y se produjeron durante varios meses.
El abogado defensor, Pedro Pérez Rodríguez, pedirá, por su parte, la libre absolución de su patrocinado basándose en los informes médicos, con los que, a su juicio, no se puede demostrar que los menores sufrieran algún tipo de agresión sexual.
Este letrado se mostró "sorprendido" por la serenidad con la que, aseguró, se enfrenta su cliente al proceso judicial: "Está muy tranquilo y ansioso por que se celebre la vista y se haga justicia".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 29 de abril de 2004