Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
NOTICIAS Y RODAJES

Saramago presta su voz a la lucha de Sintel en el filme 'Alzados del suelo'

Andrés Linares dirige el documental, que se estrena el 7 de mayo en Madrid y Barcelona

Mi palabra, mi voz, es pequeña, no sirve de mucho, pero para lo que sirva, ya lo sabéis: es vuestra", les dijo el Nobel portugués a los 1.800 empleados de Sintel que en 2001 acamparon durante seis meses en el paseo de la Castellana de Madrid buscando una solución al cierre de la empresa. Los trabajadores no lo olvidaron, y su discurso ante ellos vertebra el documental de 90 minutos Alzados del suelo, de Andrés Linares, que se estrenará la semana que viene en Madrid y Barcelona.

"No ha sido una cuestión de implicación, sino de solidaridad", dijo ayer José Saramago en rueda de prensa en Madrid. "Lo importante es la historia de muchísimas personas que estuvieron en la Castellana. Yo tuve la posibilidad de dirigirme a ellos. Tienen mi solidaridad para mañana y para pasado mañana", prosiguió. "Dudo si cuando se trata de una lucha como ésta, la ciudadanía está totalmente despierta", lamentó el autor de Ensayo sobre la lucidez.

El pasado año, una representación de Sintel recogió el Goya al mejor documental que ganó Pere Joan Ventura con El efecto Iguazú, que toca el mismo tema. Su protesta conmocionó el mundo del cine. "Hubo por lo menos dos o tres productoras más grabando imágenes en el campamento, pero luego no han salido los proyectos", contó Linares, director de Alzados del suelo. "Hay también una película en vídeo de Isadora Guardia, La mano invisible".

Linares no ve competencia en las otras cintas. "Una sola película no alcanza a mostrar lo que aquello fue", piensa. "Nosotros hemos intentado poner el dedo en la llaga. Sin un cuestionario previo, los trabajadores se ponían delante de la cámara y contaban cómo lo estaban viviendo". El documental se detiene en muchos detalles del día a día. Las lecciones de judo y de convivencia que reciben los hijos de los trabajadores en el campamento durante el periodo escolar; la colaboración desinteresada de asociaciones que les proveían de comida; el funcionamiento como un auténtico pueblo, con la Plaza Saramago, una peluquería, un salón de actos o un restaurante al irrisorio precio de 100 pesetas el menú.

En Alzados del suelo, que toma el nombre de la novela de Saramago Alzado del suelo, Linares se sirve de archivos gráficos para contar la venta poco clara de Telefónica al empresario Jorge Mas Canosa, un conocido líder anticastrista, y entrevista a personas relacionadas con el conflicto como el ex ministro Josep Borrel. El realizador explica que el ataque de un antiguo empleado de Sintel a José María Fidalgo en la celebración del 1 de mayo el pasado año no se recoge, pues el relato se para en el día del desmantelamiento del campamento tras la llegada a un acuerdo sindical.

"Alrededor de Sintel se ha levantado una muralla de silencio para asfixiar la lucha y eso es muy grave", dijo alarmado Saramago, quien considera que la reivindicación de Sintel es "justa y una lección de dignidad a España y Europa". El novelista confía que "en los tiempos que estamos viviendo en España" haya una "conciencia de respeto" y los Gobiernos "se conviertan en servidores de los ciudadanos, no del capital, como ocurre ahora".

José Luis Rodríguez Zapatero visitó en su día el campamento, y Adolfo Jiménez, presidente de la Asociación de Trabajadores de Sintel, aprovechó ayer la presentación del filme para reclamar de nuevo soluciones.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de abril de 2004