Con el pago de los impuestos contribuyo a financiar los gastos del Estado. Por razones de conciencia y tras un análisis del sentido del gasto militar en la sociedad, no puedo, no deseo colaborar con ese gasto, con la preparación de las guerras. Por ello, hago declaración expresa de mi condición de persona objetora de conciencia al gasto militar. Aunque la deducción a aplicar por este motivo es un porcentaje de la cuota líquida y ésta tiene en mi declaración actual un valor nulo, de igual forma manifiesto en este ejercicio fiscal mi voluntad de rechazo a los impuestos militares, y expreso mi protesta por el destino armamentista que otorgan al dinero de nuestros impuestos, exigiendo por el contrario que ese porcentaje se destine al desarrollo y consolidación de los derechos sociales.
Lamento que España sea el país que más dinero público destina para investigación militar de toda Europa siendo, tristemente, el penúltimo en dar protección y asistencia a sus ciudadanos en las áreas de educación, cultura, servicios sociales, tercera edad, sanidad... Teniendo en cuenta que el derecho a la libertad de conciencia es un derecho superior a cualquier reglamentación sobre impuestos, reclamo que en próximas campañas del IRPF se incluya en los impresos un apartado para permitir a todas las personas manifestar su rechazo del gasto militar.
Porque las Guerras, la Pobreza y la Miseria son crímenes contra la Humanidad, no en mi nombre, ni con mi dinero.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de mayo de 2004