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Crítica:LAS VENTAS | LA LIDIA

Un valor consolidado

Desapacible ambiente en la novillada más rematada de la miniferia. Aire a trechos, poco calor y menos color. Destacó el valor de un Fernando Cruz consolidado, hecho, cuajado para dar ese paso tan decisivo que es doctorarse. Y lo decimos porque la novillada de Alcurrucén fue mansa, tuvo complicaciones, y dio un juego deslucido en general. El madrileño estuvo decidido, firme, pisó los terrenos con seriedad y corrió la mano con el corazón prendido a la muleta. En su primero, Fernando Cruz se la jugó ante una res de corto viaje, a la que dio muletazos meritorios. Se llevó una voltereta al intentar un pase de pecho como remate a una serie al natural. Más redonda fue su segunda faena, con pases de pecho profundos y una tanda de derechazos templados. Había recibido al novillo de capote con tres medias verónicas por ambos pitones de bonito trazo. Luis Bolívar estuvo voluntarioso, quiso y no siempre pudo en su complicado lote. Y Caro Gil pasó un mal trago con dos novillos mansos que exigían una lidia precisa y ajustada.

Alcurrucén / Cruz, Gil y Bolívar

Novillos de Alcurrucén, desigualmente presentados, mansurrones y de juego irregular. Fernando Cruz: aviso y silencio; oreja con protestas. Caro Gil: silencio en los dos. Luis Bolívar: aviso y silencio; silencio. Plaza de Las Ventas, 30 de abril. Dos tercios de entrada.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de mayo de 2004