El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, expresó ayer el compromiso del Gobierno con el carácter "irreversible" de la ampliación de la Unión Europea y subrayó que no hay una vieja ni una nueva Europa, sino una "gran Europa", la que todos los países miembros van a "ayudar a construir". Moratinos intervino en una ceremonia de izado de las banderas de los 10 nuevos Estados de la UE que se celebró en la representación de la Comisión Europea en España y en la que participaron también la vicepresidenta de la Comisión Europea, Loyola de Palacio, el vicepresidente del Parlamento Europeo, Alejo Vidal-Quadras, y los embajadores en Madrid de los 25 nuevos países miembros de la Unión.
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En su discurso, Moratinos manifestó que el ingreso de 10 nuevos socios a partir de hoy constituye "uno de los acontecimientos más trascendentales y esperanzadores en la historia del proceso de integración europea", en el que España "siempre ha jugado y seguirá jugando un papel esencial".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de mayo de 2004