Quería felicitar al Ayuntamiento de Madrid por la eficacia de su Operación Calle Montera: el objetivo era acabar con la prostitución que poblaba sus aceras y prácticamente lo ha conseguido. Enhorabuena.
Lo curioso es que el pasado sábado por la tarde, tras recorrer dicha calle, cruzar la Gran Vía y enfilar la calle Valverde (es decir, a unos treinta metros de Montera), me encontré con cerca de una veintena de prostitutas en un cruce donde, hasta ahora, solían situarse, y por la noche, no más de dos o tres.
Parafraseando al nuevo delegado del Gobierno, Constantino Méndez, dudo mucho que la solución al problema de Montera sea la presencia policial.
También dudo mucho que el problema en sí sea la erradicación o no de la prostitución, en vez de la regularización e incluso dignificación de la situación de estas mujeres. Eso sí, si el objetivo era "limpiar" Montera, se ha conseguido. Aunque sea en perjuicio de Valverde, treinta metros más allá.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de mayo de 2004