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CARTAS AL DIRECTOR

Temas de campaña

En plena campaña electoral de George W. Bush y John Kerry, un espinoso tema ha irrumpido en la carrera por la presidencia americana: la legalidad del aborto. El pasado fin de semana, miles de manifestantes exigieron en Washington que no se recortasen a la mujer sus derechos a la hora de decidir sobre su embarazo.

Por un lado, el actual presidente de EE UU ha disminuido mediante dos leyes la capacidad de decisión de la madre con respecto al feto. Por el otro, la prensa sigue muy de cerca a Kerry cada vez que acude a misa, en espera de que en cualquier momento se le niegue la comunión por su política proabortista.

Resulta curioso analizar cómo un tema tan concreto y que afecta tan directamente a la sociedad se convierte en una espina con la que temen pincharse los candidatos. Porque precisamente estos temas son los que deberían ocupar todos los debates decantando la balanza a favor de uno u otro candidato.

Pero es más fácil gobernar con números. Parece que es la gran apuesta electoral. Es sencillo jugar con las matemáticas y obtener resultados aceptables en el PIB, el IPC, en las cifras de empleo o incluso se pueden bajar los impuestos subiéndolos. Y ésas suelen ser las grandes bazas con las que se apuesta en los programas electorales y en los mítines.

Pero los problemas surgen cuando los ciudadanos se dan cuenta de que la política debería ser otra cosa: la mejora de su calidad de vida y de sus libertades. Es decepcionante que los temas realmente importantes, como el derecho a la interrupción del embarazo, la pena de muerte, la eutanasia y otros asuntos de libertad social sólo puedan ser vistos por los líderes políticos como asuntos incómodos para los que la mejor solución es pasar de puntillas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de mayo de 2004