La ministra de Cultura, Carmen Calvo, ha anunciado la reducción del IVA que se aplica a la producción musical y escrita a el 4% y el 1% simbólicos. Se trata de una buena noticia, porque reducir la fiscalidad de los bienes de consumo cultural puede facilitar el acceso de los ciudadanos a estos bienes. Si el acceso a la cultura es un derecho, no se puede seguir penalizando como si fuese un lujo. Esta nueva disposición contrasta con otra realidad más cotidiana. Disponer hoy de luz, agua, gas o teléfono en casa, no supone un lujo asiático, sino una necesidad perentoria. Sin embargo, la legislación actual considera que los servicios anteriores son un lujo y los grava fiscalmente de una manera ostensible.
Mientras servicios como hoteles y restaurantes llevan asociados un tipo de IVA del 7%, y los alimentos sin preparar un tipo más reducido del 4% porque se les considera servicios básicos, los suministros de gas, electricidad y teléfono llevan un tipo del 16%.
El nuevo Gobierno central no pueden seguir obviando el reconocimiento de éstos como servicios básicos y ha de afrontar la necesaria reducción de su tipo de IVA, del actual 16% al 4%.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 3 de mayo de 2004