Un español de 32 años se convirtió ayer en protagonista del Gran Premio de España, que se disputó en Jerez. Sete Gibernau llevó su Honda hasta lo más alto del podio en MotoGP y confirmó las previsiones que le apuntaban como uno de los pocos pilotos capaces de romper la hegemonía de Valentino Rossi. Gibernau ganó por delante de Max Biaggi y Àlex Barros. El doctor acabó cuarto y vivió un día agrio: el español le descabalgó del liderato mundial por primera vez desde abril de 2001 y cerró su racha de 23 podios consecutivos. La fiesta la completaron Fonsi Nieto y Héctor Barberá, que acabaron terceros en 250cc y 125cc respectivamente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 3 de mayo de 2004