Málaga: un hombre mata a su mujer y a su propio hijo de ocho meses a puñaladas.
Alzira: un hombre mata a su mujer y a sus dos hijos incendiando su casa.
Turquía: una niña de 14 años es asesinada por su padre y hermanos por haber sido secuestrada y violada unos días antes.
Éste es un resumen de noticias de dos días. Si tuviera que hacer la lista hacia atrás, probablemente no me publicarían esta carta por falta de espacio.
Ya no sólo mueren las mujeres a manos de sus compañeros, también ahora éstos matan a sus propios hijos. No salgo de mi espanto. Vivimos en una sociedad en la que o bien se superprotege a los niños (lo que está derivando en una total falta de educación, malos modales y comportamientos sociales en la adolescencia que dejan mucho que desear), o directamente se les mata, para castigar a la madre o para que muera con ella, que fue quien los parió.
Cada vez hay más mujeres que, por muchas razones, no tienen hijos, y también, cada vez se da más, que los tienen y los crían solas. ¿Por qué será que no me extraña?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 3 de mayo de 2004