Soy de Huelva y vivo en Huelva, pero muchas veces me pregunto: ¿De dónde soy y adónde vivo? Me pongo a mirar a mi alrededor y pienso que todo lo que me rodea podría estar, no bonito, sino bellísimo porque tenemos una calidad de vida que muchas comunidades y países les gustaría tener. Pero en esta ciudad, si se puede llamar así, no existe tal calidad por lo que está ocurriendo día a día. Es una ciudad que se está transformando en una ciudad sin ley, donde no hay seguridad ciudadana, las denuncias por robo, tirones y malos tratos no se están llevando a cabo como debería de funcionar. No hay papeleras donde tirar un papel; en muchos sitios, yo diría la mayoría, no hay pasos de peatones, no respetan las señales de tráfico, no hay ni un solo municipal, ni policía nacional; la mayoría de los barrios tienen muchísimos problemas a consecuencia de lo anteriormente mencionado; las carreteras de la ciudad están todas llenas de zocalones, el conductor tiene que ir esquivando todos los que se encuentra por su paso; los contenedores de basura están destrozados o quemados. ¿A dónde vivo?
Jardines del Odiel, mi barrio, donde algunas familias habitan un polideportivo y hacen la vida imposible a sus ciudadanos; donde no existe la higiene ni la educación; donde hay peleas de gallos, venta de drogas..., y a nadie le importa nada. Huelva saludable.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 4 de mayo de 2004